Si nos ayudamos de un afinador electrónico, afinar el violín no será una tarea muy complicada y cualquier alumno con una mínima destreza podrá hacerlo. Voy a explicar de manera sencilla los pasos a realizar para afinar nuestro violín.
En primer lugar hay que saber que la mayoría de estos aparatos utilizan una nomenclatura alfabética para las notas, por tanto las cuerdas del violín (Sol, Re, La, Mi) se corresponden, en este orden, con las letras G, D, A, E. Estas letras aparecerán en el visor cuando el aparato reconozca alguno de estos sonidos. Mediante una aguja, unas lucecitas o ambas, según modelo, el afinador nos dirá si la cuerda está baja, alta o bien afinada.
Cuando la afinación de una de las cuerdas no esté bien ajustada nos serviremos de los tensores, o bien habrá que mover la clavija si la cuerda está muy desafinada.
Comenzamos a afinar:
Nos colocamos el violín y tocamos una de las cuerdas (generalmente comenzamos con la). Cogemos el tensor correspondiente con los dedos pulgar e índice de la mano izquierda y giramos el tensor según nos marque el afinador (para subir la afinación apretamos el tornillo, es decir el dedo índice sube, y viceversa para bajar).
Si necesitamos mover alguna clavija lo haremos siempre con mucha precaución, sobre todo a la hora de subir para no ejercer demasiada tensión en la cuerda y que está pueda partirse.
¡Espero que os haya servido de ayuda!
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